Como suspendieron el ferry Caracas-Margarita, tuvimos que rodar 4 horas hasta Puerto La Cruz, donde tomamos el Ferry. La carretera está increíblemente mala, así que si van a Margarita, vayan con cuidado y traten de ir de día, pues de noche se complica esquivar decentemente los huecos, pues evitarlos todos es imposible.
Todos los días desayunábamos empanadas, con lo que algunos ganamos unos kilos. A Vivian le encantaron las empanadas, que prefería de carne mechada. Al mediodía nos llevábamos la comida de la casa, con lo que siempre almorzamos sandwichs. En la noche: Sambil, que nos permitía a Mariela y a mí estar sin niños por un buen rato. Allí mismo cenamos prácticamente todos los días.
La isla parecía el patio del Colegio Humboldt, donde volteabas encontrabas alguíen conocido. Disfrutamos mucho con otras "Familias Humboldt", nos poníamos de acuerdo y nos encontrábamos en las playas y, por supuesto, en el Sambil.
Aquí van algunas fotos:
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